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Mantener un equilibrio financiero con unos ingresos más reducidos puede parecer un reto, pero con planificación y organización es completamente viable. Aquí hay tres pilares esenciales para que usted pueda estructurar una planificación financiera sólida, incluso con bajos ingresos.
Organización de ingresos y gastos.
Independientemente de los ingresos, el primer paso para una planificación financiera eficaz es conocer en profundidad tu situación financiera. Es importante mantener un registro meticuloso de todos los ingresos y gastos. Esto incluye todas sus fuentes de ingresos, gastos fijos (como alquiler y facturas) y gastos variables (como comida y entretenimiento). El uso de herramientas, como hojas de cálculo o aplicaciones financieras, puede facilitar este proceso y brindarle una visión clara de dónde está su dinero y hacia dónde se dirige. Cuando comprende sus gastos en profundidad, resulta más fácil identificar áreas de ajustes.
Reevaluación del estándar financiero
Después de organizar tus finanzas, es posible que te des cuenta de que tus gastos superan tus ingresos. En tales situaciones, es necesario reajustar el nivel de vida. Esto puede significar recortar gastos no esenciales, como suscripciones a servicios que se utilizan con poca frecuencia o gastos impulsivos. La idea es adaptar tu estilo de vida a lo que realmente te puedes permitir, eliminando excesos y procurando que lo esencial no se vea comprometido. De esta forma evitarás acumular deudas y vivirás de forma más sostenible con tus ingresos disponibles.
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Centrarse en el ahorro y la eliminación de la deuda
El ahorro es un aspecto crucial, especialmente para quienes tienen bajos ingresos. Una vez que tenga una idea clara de sus finanzas, es hora de identificar oportunidades para ahorrar. Esto puede implicar cualquier cosa, desde recortar gastos innecesarios hasta buscar opciones más asequibles para sus necesidades. Además, es fundamental abordar cualquier deuda pendiente. La deuda puede acumularse rápidamente, especialmente con honorarios alto. Priorizar el pago de estas deudas, renegociando los términos siempre que sea posible para aliviar la carga financiera.
En resumen, la pandemia de 2020 puso de relieve la importancia de estar preparados financieramente para la adversidad. Incluso con bajos ingresos, con dedicación, disciplina y siguiendo los pilares anteriores, es posible tener una salud financiera saludable y estar preparado para enfrentar los desafíos financieros que se presenten.
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Imagen: Unsplash/Paico Oficial
