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A partir de 2024, comprar un coche eléctrico o híbrido en Brasil será más caro. Este cambio es el resultado de nuevas políticas fiscales que impactarán significativamente en el mercado automotriz. Actualmente, los coches eléctricos importados están sujetos a un impuesto de 10%, mientras que los híbridos afrontarán un aumento hasta 12%. Esta decisión, influida por ANFAVEA (Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos de Motor), pretende proteger la industria automovilística nacional, pero ha generado polémica, especialmente entre los defensores del vehículo eléctrico.
La nueva política fiscal es una respuesta al avance tecnológico de los fabricantes extranjeros, especialmente chinos, que ofrecen vehículos eléctricos a precios competitivos. Marcas como BYD y GWM están a la vanguardia de esta tendencia.
Con el aumento de los impuestos, los coches eléctricos destinados al transporte de carga sufrirán un aumento aún mayor, con derechos de importación que ascenderán a 20%. Por tanto, este escenario afectará directamente los precios de los modelos populares de varias marcas, entre ellas Caoa Chery, Fiat, Hyundai, JAC, Jaguar, Nissan y Seres.
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Impacto de los nuevos impuestos a los coches eléctricos
El aumento en impuestos Las importaciones plantean un nuevo desafío para los fabricantes de automóviles tradicionales y los consumidores brasileños. Por lo tanto, los fabricantes de automóviles tendrán que acelerar la producción local de automóviles híbridos y eléctricos para evitar el aumento de costos. Marcas chinas, como BYD y GWM, ya han anunciado planes de producción local, pero sólo podrán eliminar los impuestos a las importaciones cuando la producción esté efectivamente nacionalizada. Fabricantes de automóviles como Renault y Nissan podrían asociarse para producir localmente modelos como el Kwid E-Tech eléctrico.
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Nuevas inversiones en vehículos eléctricos e híbridos
Ante este escenario, se espera un aumento de las inversiones en infraestructura para los autos eléctricos 100%. También está prevista una carrera para hacer viables los coches híbridos flexibles, utilizando etanol. Por ejemplo, la red de gasolineras del Graal prevé disponer de cargadores rápidos para coches eléctricos en todas sus unidades. El objetivo es incentivar el uso de etanol en lugar de gasolina, que es la preferencia de los usuarios del 70% en Brasil.
La compra de coches eléctricos e híbridos en 2024 aumentará el coste de los impuestos de importación. Por tanto, este escenario desafía a los fabricantes de automóviles a acelerar la producción local e invertir más en tecnologías sostenibles. Para los consumidores, significa adaptarse a un mercado cambiante, donde el coste de los vehículos eléctricos e híbridos será un factor decisivo.