Si trabaja de forma remota, es posible que pronto sienta los efectos de esta decisión del IRS; comprender las implicaciones.
Un cambio reciente realizado por el Servicio de Ingresos Federales trae cambios importantes para los profesionales que desempeñan sus funciones en formato de oficina en casa.
Actualmente, es normal que las empresas reembolsen a los empleados algunos gastos, como energía e internet. Sin embargo, según la nueva directriz, estos pagos ya no podrán constituir la base de cálculo de las cotizaciones a la Seguridad Social y del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
En definitiva, las cantidades que reciban los empleados para cubrir estos costes no estarán sujetas a impuestos. Sin embargo, la falta de claridad por parte del IRS al respecto está generando incertidumbre.
El IRS no aclaró cómo se llevará a cabo la nueva medida
Según el profesor Marcos Francisco Rodrigues Sousa, del MBA en Control y Auditoría de la Puc-Campinas, uno de los problemas es la falta de transparencia por parte de la Hacienda Federal respecto de los recibos aceptados para la deducción de gastos.
Esta brecha plantea dudas que pueden generar costes extra para las empresas. Es posible, por ejemplo, que la auditoría no reconozca gastos como deducibles en el cálculo de la ganancia real para el Impuesto a la Renta de las Empresas (IRPJ) y la Contribución Social sobre la Ganancia Neta (CSLL).
Esta incertidumbre requiere un rigor adicional por parte de las empresas a la hora de informar. Si optan por pagar en función del gasto promedio en lugar de reembolsar los gastos reales, las empresas podrían enfrentar impuestos.
Esto se debe a la posibilidad de rechazar la deducción fiscal. Por ello, las empresas deben buscar asesoramiento especializado. De esta manera podrán establecer prácticas claras y bien documentadas para registrar y acreditar los gastos relacionados con el home office.
¿Qué deberían hacer las empresas al respecto?
De esta forma, los empleados se verán afectados, ya que pasará a ellos la obligación de rendir cuentas de su domicilio social. Esto puede dar lugar al fin de acuerdos informales en los que se establecía una cantidad fija para el reembolso.
Las empresas deben encontrar la mejor manera de cumplir con los requisitos de prueba documental necesarios, tal como lo hacen con otro tipo de gastos reembolsables. Sin embargo, este proceso debe volverse más riguroso y burocrático.