¿Sabes lo que piensan los brasileños sobre Lula?


La popularidad de un presidente es un barómetro vital de la política. En Brasil, la figura de Luiz Inácio Lula da Silva siempre ha generado intensos debates. Al final del primer año de su tercer mandato, la pregunta que surge es: ¿cómo ven ahora los brasileños a Lula? Investigaciones recientes apuntan a un cambio significativo en la percepción pública.

Este cambio de percepción es especialmente notable si se compara con la popularidad anterior de Lula. Históricamente, fue una figura polarizadora, pero también muy popular en diferentes segmentos de la sociedad. La actual ola de opiniones negativas puede atribuirse a una variedad de factores, incluidas decisiones políticas controvertidas y la situación económica del país.

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La caída de la popularidad de Lula

Los datos son claros: la popularidad de Lula se enfrenta a un descenso. Una encuesta de la Genial/Cuestión reveló que la calificación positiva del presidente ha disminuido. Así, los votantes dieron, en promedio, una calificación de 5,7 a su primer año de gobierno. Otro estudio, de PoderData, mostró una pérdida de apoyo entre grupos cruciales para su victoria electoral en 2022, incluidas mujeres y personas de bajos ingresos. Estas cifras indican un cambio en la opinión pública, que antes era más favorable al presidente.

Factores que influyen en la opinión pública.

Varios factores contribuyeron a este cambio en la percepción popular. Las críticas al gran volumen de viajes internacionales de Lula y su postura ante cuestiones internacionales, como el conflicto entre Israel y Hamás, influyeron en la opinión pública. Además, casi la mitad de los votantes expresaron desconfianza hacia el presidente, según Datafolha. Por ello, el Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (Ipea) también señaló que una parte importante de la población considera que el actual gobierno es peor de lo que esperaban.

Este panorama sugiere un desafío para Lula y su gobierno: recuperar la confianza y el apoyo del pueblo brasileño. Así, ante la tendencia a la baja de la popularidad, el presidente enfrenta la tarea de revertir esta percepción negativa y responder a las expectativas de la población.